martes, 13 de mayo de 2014

El obispo de Segovia critica "el derroche" en las Primeras Comuniones

Pide tener un gesto con los pobres ese día

El obispo de Segovia critica "el derroche" en las Primeras Comuniones

Que no se convierta "en un acontecimiento social y pagano"



 Los niños son lo que seamos y hagamos los mayores, está en nuestras manos evitar el que se convierta todo en una fiesta profana
Ángel Rubio, obispo de Segovia, ha hecho «una llamada urgente y continuada a evitar el derroche y la ostentación» en las celebraciones de la Primera Comunión.
En su carta pastoral de esta semana, afirma que «es hoy muy frecuente que, con ocasión de la recepción de este sacramento, muchos padres, parientes o amigos» lo conviertan «en un acontecimiento social y pagano» en el que se dejan «absorber por los regalos y gastos abusivos y absurdos».
A cambio, Rubio Castro propone entregar «un donativo importante a alguna asociación destinada a atender a niños necesitados y marginados»; o tener «otros gestos hacia los pobres en ese mismo día de su Primera Comunión, de tal manera que los niños asocien y recuerden después ese día con la caridad cristiana». Porque, según advierte, «hay que cuidar con extraordinario esmero el marco litúrgico de la Primera Comunión para que ésta tenga su máxima significación».
Para ello, considera que debe evitarse «todo lo que sea superfluo o resulte teatral». «La liturgia ha de tener un hondo sentido religioso, comunitario-eclesial, que no es incompatible con un sentido festivo y alegre; ha de brillar en ella la belleza de la sobriedad y sencillez, evitando tanto el individualismo como la masificación, la ‘teatralidad' como el excesivo ruido o falta de silencio, el ‘espectáculo' como la superficialidad o deficiencia religiosa».
De esta manera, señala que «hay que insistir a tiempo y a destiempo con los padres» para que «eviten todo eso y pongan todo su empeño en centrar su interés y el de su hijo en la celebración eucarística», de modo «que la fiesta inherente se caracterice por la sobriedad y la sencillez».
«Por todos los medios se ha de evitar que los niños identifiquen el día de su Primera Comunión con una fiesta profana», reitera. «Los niños son lo que seamos y hagamos los mayores, está en nuestras manos evitar el que se convierta todo en una fiesta profana. Los padres han de ser conscientes de que esta celebración es un paso muy importante para sus hijos en su iniciación cristiana que incluye necesariamente el amor y el servicio al prójimo».

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