En este domingo celebramos la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Es la fiesta del Amor y en la que Jesús cumple su promesa de estar siempre con nosotros.
La Iglesia plena de alegría muestra por sus plazas y calles la alegría de un Dios Redentor que permanece con nosotros bajo las especies del Pan y Vino. Así mismo recuerda también a nuestros hermanos los más necesitados
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