jueves, 28 de marzo de 2013

  • ¿Lavarme Tú a mí los pies?

  • ¿Lavarme Tú a mí los pies?
  • Y si es necesario, Señor,
  • todo mi pobre ser.
  • ¡Lávame y purifícame!

  • Hazme comprender que, el camino del servicio
  • es una llave que abre la puerta del cielo
  • Que el servir, aún sin ser recompensado,
  • es garantía de que soy de los tuyos.

  • Por eso, Señor, ¡lávame!
  • Pero, te pido Señor, que no te inclines demasiado
  • Soy yo quien, en este Jueves de tanto amor,
  • necesito plegarme en mi orgullo
  • Soy yo quien en estas horas memorables,
  • estoy llamado a  conquistar tu corazón
  • ofrendándome a los hombres.

  • ¡Lávame, mi Señor!
  • Para que, mis manos,
  • puedan acariciar rostros doloridos
  • Para que, mis pies,
  • puedan acompañar hermanos perdidos

  • LO QUE QUIERAS, MI SEÑOR
  • Me has amado y, al amarme,
  • brota en mí lo que Tú sembraste:
  • amor por los que me rodean
  • amor hacia los que me piden
  • pasión por los más débiles
  • Sí, mi Señor; haré lo que Tú quieras
  • Porque, si algo tiene el Jueves Santo,
  • es Misterio de amor y de ternura
  • Misterio de Sacerdocio y aroma de Eucaristía
  • Misterio de tu presencia
  • que  siempre permanecerá y estallará en el altar

  • LO QUE TU QUIERAS, MI SEÑOR
  • Porque, cada vez que comamos de este pan,
  • Porque, cada vez que bebamos de este vino,
  • recordaremos tu querer y tu deseo
  • nos llenaremos con tu Memorial y tu Palabra
  • con tu gesto de siervo arrodillado.

  • LO QUE TU QUIERAS, MI SEÑOR
  • Sólo te pedimos una cosa:
  • que nunca nos falte la Eucaristía
  • para estar eternamente a Ti unidos
  • Amén

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