lunes, 31 de octubre de 2011

OTRAS BIENAVENTURANZAS

Otras bienaventuranzas


En este Día de Todos los santos, nuestro blog felicita a todos los que son felices haciendo felices a los demás. A los santos que viven entre nosotros y a los que ya se marcharon. ¡Dichosos! ¡Felices! de ellos es el Reino de los cielos. 

Felices aquellos que no tienen amarrado el corazón
ni al dinero ni a las cosas.

Felices aquellos que son amables con los demás.

Felices aquellos que se preocupan cuando alguien sufre.

Felices aquellos que trabajan para que seamos cada día
más hermanos y compartamos todas las cosas.

Felices aquellos que prestan ayuda a los demás.

Felices aquellos que tienen un corazón
noble y honrado.

Felices aquellos que trabajan para
construir la paz.

Felices aquellos que son perseguidos por construir
hermandad y el compartir
entre los hombres.
Bienaventurados los que son positivos, porque conocerán la cara sublime de la vida.
Bienaventurados los que no critican, porque tendrán creatividad.
Bienaventurados los que practican meditación, porque vencerán a la muerte.
Bienaventurados los que actúan sin interés, porque se les inflamará el alma de gozo.
Bienaventurados si no nos olvidamos de Dios 
Bienaventurados si sonreímos aunque estemos llorando 

Bienaventurados si no presumimos de ser ricos 
Bienaventurados si no tenemos miedo en decir la verdad 
Bienaventurados si no valoramos el mundo material con fin 
Bienaventurados si miramos al cielo 
Bienaventurados si no olvidamos al que sufre 
Bienaventurados si somos fuertes en la fe 
Bienaventurados si no nos burlamos de los débiles 
Bienaventurados si nos dejamos tocar por Dios 
Bienaventurados si creemos en la Resurrección 
Bienaventurados si no ponemos en el centro al mundo 
Bienaventurados si avanzamos con y por Jesús 


Felices los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse.
Felices los que saben distinguir una montaña de una piedrita, porque evitarán muchos inconvenientes
Felices los que saben escuchar y callar, porque aprenderán cosas nuevas.
Felices los que son suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio, porque serán apreciados por quienes los rodean.
Felices los que están atentos a las necesidades de los demás, sin sentirse indispensables, porque serán distribuidores de alegría.
Felices los que saben mirar con seriedad las pequeñas cosas y con tranquilidad las cosas grandes, porque irán lejos en la vida.
Felices los que saben apreciar una sonrisa y olvidar un desprecio, porque su camino será pleno de sol.
Felices los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar, porque no se turbarían por lo imprevisible.
Felices ustedes si saben callar y ojalá sonreír cuando se les quita la palabra, se los contradice o cuando les pisen los pies, porque el Evangelio comienza a penetrar en su corazón.
Felices sobretodo, ustedes, si saben reconocer al Señor en todos los que encuentran, entonces habrán hallado la paz y la verdadera sabiduría.


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