miércoles, 10 de agosto de 2011

UNA SONRISA, EN TIEMPO DE VACACIONES



UNA SONRISA, EN TIEMPO DE VACACIONES
- Ante muchos invitados, la madre de la familia le pide a su hija de seis años:
"¿Te gustaría bendecir la mesa?"
La niña le responde: "No se que decir"
"Di lo que has oido a tu mami decir", le pide la madre.
Entonces la niña, sintiéndose mas segura, inclina su cabeza y dice: "Dios mio, como se me ocurrió invitar a tanta gente a la cena"
La madre: “¿Sabías que Dios estaba presente cuando cogiste esa galleta de la cocina?”.
El niño: “Sí”.
La madre: “¿Y sabías que te estaba viendo?”.
El niño: “Sí”.
La madre: “¿Y qué crees que te estaba diciendo Dios?”.
El niño: “Me decía: ‘No estás tu solo; estamos los dos. De modo que coge dos galletas”.
-Toma Pepito esta manzana y pártela con tu hermanita cristianamente.
-¿Y cómo se parte cristianamente?.
-Pues dando la mayor parte a la otra persona.
-Pues entonces que la parta ella.
Jesús está con nosotros - Dos sacerdotes iban a toda velocidad en una motocicleta, cuando fueron detenidos por un policía que les dijo: "¿Qué creen que están haciendo?" ¿Y si tienen un accidente?"

Los curas dicen: "No te preocupes, hijo. Jesús está con nosotros."

El policía responde, "En ese caso, los tengo que arrestar. No se permite que viajen tres personas en una motocicleta."
Mi abuela era muy conocida por su fe y por su falta de reticencia para hablar de ella. Ella solía salir al frente de su casa y decir: "¡Alabado sea el Señor!"

Entonces, uno de sus vecinos gritaba: "No hay ningún Señor."

En aquellos días mi abuela era muy pobre, así que su vecino decidió probar que él tenía razón y compró una gran bolsa de comida y la puso frente a la puerta de mi abuela.

La mañana siguiente, mi abuela salió al frente de la casa y al ver la bolsa dijo: "¡Alabado sea el Señor!"

El vecino salió de detrás de unos árboles donde se había escondido y dijo: "¡Yo traje esa comida, y no hay ningún Señor!"

Mi abuela replicó: "Señor, no sólo me enviaste comida, sino que hiciste que el demonio pagara por ella."

El tema en la clase era el miedo,y la profesora empieza a preguntar.....
 
- Pedrito, ¿de quién tienes más miedo?
 
- Del 'Coco', profesora
 
- Pero Pedrito, 'el Coco' no existe, es una leyenda... no debes de tener miedo...
 
- Mariana, ¿de quién tienes más miedo?
 
- De los fantasmas, profesora
 
- Pero Mariana, los fantasmas tampoco existen, son una leyenda, no debes de tener miedo....
 
- ¿Y tú Juanito? ¿De quién tienes más miedo?
 
- Del 'Mala Men', profesora (el silencio invadió el salón de clases hasta que la maestra dijo)
 
- '¿Mala Men?' nunca oí hablar de ése, ¿quién es?
 
- Yo tampoco sé quién es, profesora, pero me temo que sea el ser más terrible que pueda pisar la tierra, su maldad es implacable y su
legado de terror se ha esparcido por varias generaciones, ya que todas las noches mi mamá dice al final de las oraciones..............
'no nos dejes caer en la tentación y líbranos del 'Mala Men'. 
 
El moribundo y el abogado
 
Un hombre en su lecho de muerte reunió a su abogado, su doctor y el sacerdote de su parroquia y les entregó a cada uno un sobre con $25,000 en efectivo. A cada uno le hizo prometer que tras su muerte pondrían los tres sobres en su ataúd, ya que quería tener suficiente dinero en la otra vida. Una semana más tarde el hombre murió. En el velorio, el abogado, el doctor y el cura depositaron un sobre en el ataúd y se despidieron de su amigo.
Casualmente, los tres se encontraron meses después. El cura, sintiéndose culpable, confesó que el sobre sólo contenía $10,000, ya que pensó que en lugar de desperdiciar ese dinero, podía aprovecharlo para una buena obra. El doctor, conmovido por la sinceridad del cura, confesó que él también se había quedado con parte del dinero y que el sobre sólo contenía $8,000.
Para entonces el abogado estaba que explotaba de ira. Dijo que estaba profundamente desilusionado del comportamiento de sus dos amigos. Y añadió: "Yo soy el único que respetó la promesa que hicimos a nuestro amigo. Quiero que sepan que el sobre que puse en el ataúd contenía la cantidad completa. ¡De hecho, mi sobre contenía mi cheque personal por los $25,000!"
Un sacerdote católico discutía con un rabino judío sobre cuál era la mejor de sus religiones: - Una vez - dijo el cura - me llamaron para una extremaunción y llovía a cántaros. No encontraba mi paraguas ni mi impermeable, así que oré y oré a mi Señor y salí a la calle a mojarme. Adelante, lluvia; atrás, lluvia; a mis costados, lluvia. Pero... milagro, donde yo estaba no caía ni una gota de agua.
-Eso no es nada replica el rabino-, lo mío fue mejor. Un sábado andaba por la calle, cuando de pronto vi en la acera un billete de 500 euros. Como no podemos tocar dinero en ese sagrado día, oré y oré a mi Señor. Y de pronto: adelante sábado; atrás, sábado; a mis costados, sábado; y... ¡milagro!, donde yo estaba, ¡jueVES!
Un cura vasco, hablando desde el púlpito:
- ... y fijaros, hijos míos, si Jesucristo era humilde que pudiendo nacer en Bilbao nació en Belén.







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