jueves, 4 de agosto de 2011

GENTE DE UNA PARROQUIA SE DIVIERTE SANAMENTE EN EL SUR DE GRAN CANARIA

GENTE DE UNA PARROQUIA SE DIVIERTE SANAMENTE  EN EL SUR DE GRAN CANARIA
Me llamo Christian. Les cuento. Anoche fui a cenar con unos amigos a Arguineguín. Exactamente a un restaurante en El Pajar, en la misma orilla de la playa: Restaurante Juan el Boya.  Cuando estaba allí, apareció un grupo, todos sonrientes, que me llamaron la atención. Eran tres adultos y tres muchachitas muy jóvenes. Aunque reconozco que está feo escuchar las conversaciones de otros, me extrañó el grupo como tal y pensaba qué relación familiar podría haber entre aquellas edades tan dispares. Poco a poco me fui enterando por ellos mismos que las tres muchachas habían ganado un premio por sus trabajos y  su constancia en las catequesis... ¿Catequesis? Sí, sí.  Agucé el oído y pude saber que los adultos eran el cura y dos catequistas de una parroquia.  No pararon de reir, de hacer comentarios mezclando cosas de la Iglesia con la paella que comían casi todos.  Me entró curiosidad y decidí hacer algo que tampoco debe hacerse: espiarlos. Así que, cuando ellos salieron del restaurante comentando lo bien y lo económico que les habia resultado, yo tomé mi coche aparcado muy cerca y les seguí la pista. Ellos iban en otros dos vehículos, uno conducido por una catequista y otro por el supuesto sacerdote. Eran ya pasadas las 11 de la noche y pararon en el Parque de Atracciones de Maspalomas. También yo aparqué y les fui pisando los talones. Aquí ya empecé a escuchar sus nombres: Judith, Guacimara y Paola, las tres jóvenes que reían mucho y fuerte. Subieron con entusiasmo a la montaña rusa y a otras atracciones. Los mayores estaban siempre cercanos a ellas. Luego vi que entraban en el cine 3D. Por la pantalla que hay fuera vi cómo reían, gritaban , ponían cara de susto y en todo caso, se les veía rebosantes de felicidad. Esperé a que salieran del pequeño cine y  ya se dirigieron a sus coches. Regresarán a sus casas, pensé. Pero no. Me equivoqué. En los mismos coches se dirigieron a la Plaza de Maspalomas. Yo tardé un poco en encontrarlos ya que aparcamos en diferentes lugares. Para mi sorpresa los encontré...¡bailando en un pub! Bueno, quienes bailaban eran las dos chicas más altas. Y además, bailaban muy bien. Los demás permanecieron sentados en una mesa, salvo el catequista que bailó un poco con una de ellas. También un africano, un hombre negro, se marcó una pieza con la llamada Guaci. La más pequeña, Judith, no paraba de sonreir y hacer algunos comentarios que yo no podía escuchar. La otra joven, Paola, no se estaba quieta en ningún lugar. Parecía que estaban viviendo una jornada llena de emociones.
Mientras, yo me hacía algunas preguntas sobre las catequesis, la diversión, el Sur... y otras cosas, caí en la cuenta de que esta gente me estaba ayudando  a pensar; y a defender  que se puede uno divertir sanamente, respetar a todo el mundo y madurar en la vida cristiana... y en la vida. Me pareció excelente saber que jóvenes, cura y catequistas son capaces de compartir una tarde-noche de diversión.
     Ya cerca de las dos de la mañana se marcharon. Y no pude resistir otra curiuosidad: ¿De dónde será esta gente? Les seguí de cerca mientras se acercaban a sus coches. Una de las chicas comentó:
-Lo he pasado superbien. No imaginé que me fuera a sentir tan bien.
Y otra dijo:
-Esta es una noche para no olvidar
Subieron a sus coches y les seguí de nuevo, como si me tratara de un paparazzi, ya con algunas fotos en mi cámara.
Los dos coches llegaron hasta Cruce de Arinaga y fueron "repartiendo a domicilio" a cada una de las muchachas.
Tengo que decir que yo también lo pasé "superbien"  haciendo de "espía" y que me hizo pensar que una de las cosas que mejor puedo hacer es animar a mis amigos jóvenes a que se apunten en una parroquia donde se aprendan cosas de Jesús y cosas para divertirte y convivir con los demás sanamente.
Y al grupo, que por favor disculpen que me haya "infiltrado". Al fin y al cabo, yo no tengo la culpa de que ustedes  me hayan llamado la atención por su especial forma de ser y comportarse. Cristian L.L.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar.