sábado, 10 de octubre de 2009

DIARIO DE UN CURA. Octubre 2009


Así es. Igual me paso un mes sin escribir una letra y, de repente, entro a la página mil veces al día. El diario, la verdad, lo tenía algo aparacado. El comienzo de curso pastoral va bien. Siento que D. Francisco no haya respondido a mi carta del verano y que publiqué en El Puente. Porque me gustaría empezar alguna obra para los salones en Arinaga. Pero los obispos son así. Ramón Echarren respondía sobre la marcha cualquier carta, casi sin darle tiempo a pensar. Y este no responde ninguna. Es lo que toca. Los grupos se van poniendo en marcha poquito a poco, tal vez con cierta lentitud. Como con lentitud van las cosas que me gustaría mejorar o corregir en las parroquias. Lo comentaba esta tarde con F.en Playa de Arinaga. Pero tampoco puede uno precipitar las cosas. Las prisas son malas consejeras: "Vísteme despacio que tengo prisa", dice el refrán. Lo digo yo que soy un apurado y mi pecado está casi siempre en ir demasiado rápido. Hoy quiero quedarme con lo que comentaba en la homilia. Sentir la mirada de Dios que, como al joven rico, nos mira con cariño. Que su mirada nos dé ánimo, paciencia, serenidad, fortaleza y mucha alegría para seguir anunciando a Jesús.
Y ahora, cuando llega la noche, después de la misa en la Montaña de San Francisco, repaso mi correo y leo algunos mensajes. Me quedo con este que me amociona y me anima:
Hola Suso, hoy tengo muchas cosas que contarte, no se si me acordare de todo y si simplemente podre enganchar una cosa con otra, para empezar te dire que hoy dia 11 hace 9 años que me di el porrazo, que mi vida dio un giro para empezar de cero con mi nueva vida, pero hoy, tambien hoy puedo decir que me siento muy feliz, por no decir plenamente feliz, he tenido la suerte de compartir la misa, mi misa de los domingos con gente maravillosa, con una hermana misionera comboniana, unas compañeras de caritas que me sonrien, que me quieren, con pepe, damaso..... ¡jo! cuando era el momento de la comunion las personas pasaban y me apretaban la mano y veia que eran personas que las conozco de cuando saco al perro, ¿te das cuenta?, personas que veo todos los dias de pasadas que nos damos los buenos días y poquito más, ¿sabes? no hay mayor AMOR QUE EL DE DIOS Y EL DE NUESTRA MADRE, pero cuando hay tantas muestras de cariño, cuando ves a una hermana misionera joven que ha dedicado toda su vida a los más necesitados, me pregunto de que me quejo, me siento muy afortunada por tener, un supermercado cerca, una farmacia, una iglesia, un centro de salud y al mismo tiempo me siento afortunada por tener, dinero para comprar comida, una seguridad social que buena o mala me da los medicamentos que necesito, un medico que me atiende y sobre todo una silla de ruedas con la que me puedo desplazar, sin embargo seguro que en Mozambique no hubiera tenido esa oportunidad si el golpe hubiese sido alli, ¿me comprendes? seguro que si a ti se te da muy bien eso, comprender a los demás. Suso, una de mis metas en la catequesis es hacerle ver de alguna manera a los padres que deben enseñar a sus hijos a valorar lo que tienen, no se como lo haré pero seguro que alguien me sabra guiar, seguro que se conseguirá.
Tambien hablé ya con la hermana de Pepe para el domingo poner la mesa de caritas en Los Espinales, pero para hablar de eso hay tiempo durante la semana.
Un abrazo y muchas gracias.
Ana Rosa

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